Colorante vegetal para el pelo, 100% natural

Siempre he querido teñirme el pelo de un rojo caoba o un pelirrojo suave (quizá sea la influencia de tener dos hermanos pelirrojos, ¿quién sabe?) pero nunca me atrevía por dos motivos:

1. Tenía miedo de que me quedase muy mal o muy raro.
2. No me gustan los tintes, me parecen algo muy artificial y muy agresivo.

Teniendo en cuenta el punto número 2, no se me ocurría ninguna solución viable más allá de ponerme una peluca, así que me resigné a dejarme el pelo al natural (que tampoco me importa, estoy contenta con él).
El caso es que uno de mis hermanos pelirrojos (al que ya mencioné cuando hablé de la copa menstrual) trabajaba en una tienda ecológica (lo cual también mencioné en la otra entrada) y un día que fui a visitarle vi que tenían tinte ecológico de henna. ¡Y era rojo!
Descubrí así la marca Sante, que tiene un montón de cosméticos ecológicos; así que seguramente hablaremos bastante de ella en el blog, porque yo ya tengo experiencia con varios.

El caso es que al final me acobardé un poco y en vez de coger el más rojo (el 4º en la imagen) me cogí el que está a su derecha, por si acaso el cambio era muy radical, ya que no sabía que esperar de la henna en el pelo. Por otro lado, yo conocía la henna por los tatuajes y sólo la había visto en marrón; tampoco creí que fuese a durar mucho en el pelo pero me asustaba un poco arriesgarme. La descripción de la caja me convenció mucho ya que es 100% natural, procede de cultivo biológico y te especifica que no penetra en el tallo del cabello sino que lo recubre. También te informa de que los resultados varían en función de tu color de pelo original, lo cual me terminó de convencer ya que suponía que el resultado quedaría bastante natural.

La parte más complicada vino a la hora de extender el mejunje. Una vez sigues las instrucciones queda una masa que parece barro, por lo cual es un poco difícil de extender. A mí me ayudó mi madre porque si no habría sido imposible. No sé si es que no he sabido hacerlo bien pero en las dos ocasiones que lo he hecho he seguido las instrucciones y, aunque al principio la masa es muy cremosa, en cuanto se enfría el aspecto es éste (si tenéis experiencia con este colorante de SANTE y queréis dejar algún consejo, se agradece un comentario en la cajita de abajo). Y también he de decir que huele fatal. Pero bueno, son gajes del oficio y en cuanto te lavas el pelo (lo cual tienes que hacer una vez pasa el tiempo de espera) desaparece.

Después de esperar ansiosa mis dos horitas, me deshice de todo el potingue; y con el pelo mojado parecía que seguía del mismo color, así que me frustré un poco. Me empecé a secar el pelo y empecé a apreciar reflejos pelirrojos, pero el resultado no era tanto como esperaba, así que estaba un poco decepcionada. Pero en cuanto me dio la luz natural, las cosas cambiaron mucho. El pelo queda de un color súper natural que, al mezclarse con tu pelo, no supone después problemas con que se noten las raíces y demás porque también se va quitando poco a poco. Creo recordar que a mí me duró unos 3 meses, aunque obviamente al principio se notaba más. En general, estaba contenta con el resultado y me arrepentí de no haber comprado el rojo-rojo, porque este se me quedaba un poquito corto.

Así que unos meses después fui a por mi Santé Rojo Natural y repetí el proceso. Todo fue igual que la vez anterior pero esta vez sí que se notaba más; pero igualmente con luz natural. Así que en mi opinión, este colorante vegetal es mejor utilizarlo en primavera-verano ya que se va a notar muchísimo más. No es que no se aprecie el resto del año, pero si queréis lucirlo en su máximo esplendor, ése es mi consejo –y es lo que yo hago.

Siento no tener fotos de los resultados (soy una anti-fotos total, así que está complicado encontrar alguna) pero prometo actualizar esta entrada o crear otra nueva cuando me vuelva a echar el colorante este (que la caja ya la tengo comprada, deseando que llegue la época de aprovecharlo al máximo).